En plena negociación de la concertación social se vuelve a abrir el debate inagotable de la necesidad de reformas del mercado laboral... El Gobernador del Banco de España, el presidente de la CECA, el de la AEB, todos ellos, en lugar de buscar soluciones a sus propios desaguisados, ponen el acento en la supuesta inflexibilidad de los sindicatos y en la necesidad urgentísima de solucionar sus cuentas de resultados por la vía de abaratar los despidos y crear contratos más ágiles, con menos cláusulas y con menos costes.
Hemos pasado de la mención del “mileurista” como una lacra social a el sueño de que nuestros hijos se conviertan en mileuristas. Y, mientras tanto, el destructor de empresas reconvertido a presidente de empresarios deja caer el contrato de inserción para jóvenes, sin antigüedad, sin vacaciones, sin extras, sin horarios y con despido libre y gratuito...
Y luego se extrañan de que las agresiones a los jefes lleguen a los tribunales... Por cierto, que agredir a un jefe ya no delito, según sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
La prensa regional se hace eco de la noticia:
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