Chaplin, vuelve a mostrar el camino 70 años después
El Gran Dictador (1940), fue una película rodada en plena Guerra Mundial. Los acontecimientos han cambiado, pero las circunstancias siguen siendo las mismas. Sólo cambien la esvástica por el $. Los dictadores se guarecen tras las alargadas sombras de corporaciones y bancos, esclavizando al pueblo por medio de la deuda y cebándolo mediante el falso y efímero bienestar del consumo.
Un discurso para la historia.
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