jueves, 24 de marzo de 2011

Felicitaciones a la nueva Ejecutiva


Desde Cantabria la Sección Sindical Regional quiere felicitar a todos los miembros de la nueva Comisión Ejecutiva elegida en el III Congreso Ordinario de la Sección Estatal, en la persona del Secretario General, Ildefonso Sánchez Julián.

domingo, 20 de marzo de 2011

Lo que no se dice sobre el supuesto "milagro alemán"

Artículo publicado por Vicenç Navarro en la revista digital SISTEMA, 18 de marzo de 2011
Este artículo cuestiona la tesis de que el elevado crecimiento económico de Alemania se debe a las reformas realizadas por el gobierno Schroeder (en su programa 2010), señalando que tal crecimiento económico y bajo desempleo se basa en tres factores que apenas tienen visibilidad en los medios de información, tales como el elevado nivel de colaboración entre los equipos de gestión y los sindicatos (consecuencia del modelo de cogestión) en las empresas, el amplio desarrollo de las cajas de ahorro a nivel municipal y regional, cuyo objetivo primordial es la provisión de crédito, y el elevado crecimiento de las importaciones, por parte de los países emergentes, de los productos alemanes.
Un nuevo dogma ha aparecido en los establishments financieros, políticos y mediáticos europeos (incluidos los españoles) que sostiene que el supuesto “éxito” de la economía alemana se debe a las reformas que hizo el gobierno Schroeder hace años en su programa 2010, y que incluyeron el retraso de la edad de jubilación de los 65 a los 67 años, la dilución y debilitamiento de los beneficios laborales y sociales, la reducción de los salarios, la reducción del gasto público y otras medidas que parecen haber inspirado al gobierno Zapatero en las medidas que su gobierno ha tomado para salir de la crisis económica.
Como todo dogma, sin embargo, se reproduce a base de fe, en lugar de evidencia científica. En primer lugar, el modelo económico alemán está basado en la importancia de sus exportaciones, cuya diferencia con las importaciones representa un 7% del PIB. Alemania vende un 7% de PIB más de lo que compra, el diferencial más alto de cualquier país. Sus salarios no son bajos. El promedio en el sector exportador es de 48 dólares por hora, comparado con 32 dólares en el sector exportador en EEUU. Por cierto, los salarios tienen muy poco que ver con el éxito de las exportaciones, pues el precio de los productos exportados alemanes apenas ha variado (aunque la productividad ha crecido, sin que los salarios hayan aumentado con lo cual los beneficios han crecido enormemente a costa de los salarios).
Estas exportaciones en la manufactura no han significado una exportación de puestos de trabajo y ello como consecuencia de dos factores nunca citados en los medios neoliberales. Uno de ellos es que las empresas exportadoras tienen un compromiso con los sindicatos de que la exportación en la producción no supondrá la destrucción de los puestos de trabajo en casa. Así, Siemens, que es equivalente a General Electric en EEUU, tiene un acuerdo con el sindicato metalúrgico (IG Metall) de que no se eliminarán puestos de trabajo entre sus 128.000 empleados y trabajadores. Lo mismo han hecho BMW, Daimler y ThyssenKrupp. Todas estas compañías tienen algo en común: los sindicatos se sientan en el consejo de dirección de tales empresas (conforme a la ley de cogestión que exige en las grandes empresas que los sindicatos tengan el mismo número de asientos en los Consejos de Dirección que el equipo de gestión de la empresa). Y en muchas decisiones, los sindicatos tienen el poder de veto. La colaboración del tandem equipo de gestión-sindicatos es muy acentuada siendo los sindicatos de metal (IG Metall) los que han estado trabajando en el reciclaje y formación de trabajadores en la producción de coches eléctricos (ver los trabajos de Steven Hill sobre co-gestión en Alemania).
LA COGESTIÓN CONTRIBUYE AL BAJO DESEMPLEO
Esta participación de los trabajadores en la gestión de las empresas (conocido como co-gestión) tiene lugar en la gran mayoría de empresas alemanas, incluyendo las empresas de tamaño medio y pequeño (de menos de 500 trabajadores) que emplean dos tercios de los trabajadores alemanes. Un tercio de estas empresas trabajan en la manufactura, siendo muy innovadoras por su gran inversión en mejoramiento de la calidad de los productos, la mayoría de los cuales son productos intermedios. Alemania se gasta el 2.6% del PIB en investigación y desarrollo, muy superior del promedio de la UE-15, 1.9%. Alemania es el tercer país del mundo en producción de patentes. Gran número de estas patentes surgen de las medianas y pequeñas empresas que representan el 96% de todas las empresas alemanas. Es interesante señalar que esta descentralización de las empresas fue impuesta por los aliados que ocuparon Alemania después de la II Guerra Mundial, al querer romper con la centralización económica que había ocurrido durante la Alemania Nazi, creando un enorme grupo de poder que los aliados querían romper. Una situación semejante, por cierto, ocurrió en Japón, cuando paradójicamente el General MacArthur, jefe de las fuerzas de ocupación estadounidenses, impuso una reforma agraria como medida de romper la oligarquía terrateniente japonesa.
Por otra parte, la Alemania dividida estaba en el centro de la Guerra Fría. Al Este estaban los regímenes comunistas cuyo discurso y narrativa representaba en teoría, el dominio de la clase trabajadora sobre el estado. Y, aunque la realidad era muy distinta, el mundo occidental liderado por EEUU se vio forzado a contraponer al modelo comunista, el llamado Modelo de Economía Social, en el que los trabajadores participarían en la co-gestión de las empresas. Éste fue el origen de tal modelo. En las empresas mayores de 2.000 empleados, los trabajadores eligen la mitad del Comité de Dirección de la empresa. Las pequeñas y medianas empresas eligen un tercio de tal comité. Pero además de ello, existen en todos los lugares de trabajo, los Consejos Consultivos de los trabajadores, que deben ser consultados en gran número de decisiones que afectan al futuro de la empresa y a las condiciones de trabajo, teniendo poder de veto en decisiones claves.
Estudios realizados en Suecia y en Alemania muestran que este grado de colaboración empresa-mundo del trabajo es muy beneficioso para la empresa y también para los trabajadores. Naturalmente que este grado de participación requiere una actitud empresarial muy distinta a la española donde el empresario se caracteriza por su dureza como lo muestra, hasta ahora, el énfasis de sus organizaciones en intentar resolver el desempleo a base de despedir más fácilmente a los trabajadores. En Alemania, los empresarios retienen a los trabajadores, en lugar de despedirlos, siendo el seguro de desempleo el que cubre las horas no trabajadas dentro del empleo. Millones de trabajadores están en tiempo de trabajo más reducido del normal, siendo el seguro el que paga la diferencia para que el trabajador continúe sus ingresos, cumpliendo el tiempo reducido. De ahí el bajo desempleo en Alemania.
LAS CAJAS REGIONALES
El segundo factor que explica el éxito del modelo alemán es la estructura del sistema financiero que depende mucho en Alemania de un sistema de cajas de ahorros locales que por tradición y legislación se centran en las regiones y länders donde están ubicadas. Estas cajas de ahorro juegan un papel clave en ofrecer crédito a pequeños y medianos empresarios de su región, impidiéndoles que funcionen como bancos con capitalización externa (precisamente lo opuesto a lo que está haciendo el gobierno Zapatero). Estas cajas de ahorro son, en ocasiones, públicas, propiedad de los municipios. Estas cajas de ahorro han sido claves en sostener empresas intermedias locales y regionales, y su comportamiento distinto al de la banca (que tiene como objetivo optimizar la tasa de beneficios) ha sido clave para mantener una economía regional vibrante, creadora de empleo.
Y una tercera causa del éxito alemán es que las exportaciones alemanas se basan en el enorme crecimiento económico de China (un 9%) y de India (6%) y de sus importaciones de productos alemanes. Poco tiene, pues, que ver con las reformas Schroeder.
En España, mostrando el dominio de la cultura conservadora, la salida de la crisis se está tomando en términos que culpabilizan al trabajador de la crisis. Y así nos va. Creerse que a base de reducir los salarios y el gasto público saldremos de la crisis es un profundo error que está llevando a la economía española a una situación de retroceso. Nunca antes la sabiduría convencional económica había estado tan equivocada como ahora. El capital financiero, liderado por el Banco de España, y sus instrumentos intelectuales como Fedea, financiada por la banca, está dominando la cultura económica del país, con un coste humano enorme. Como he mostrado en mis artículos “La banca y el mundo académico” y “la banca, Fedea y la cultura económica dominante”, ambas en mi blog www.vnavarro.org, la excesiva influencia del capital financiero en configurar la cultura y la política económica de España están dañando enormemente el bienestar de las clases populares en España.

jueves, 10 de marzo de 2011

Criterios a tener en cuenta a la hora de elegir las vacaciones


Los croterios que deben ser tenidos en cuenta a la hora de escoger  los periodos de vacaciones están claramente descritos en el Convenio Colectivo y en los acuerdos internos alcanzados entre el Santander y los sindicatos.
Cualquier alteración de esos criterios deberán ser denunciados a los sindicatos y rechazados de plano por los trabajadores.
El mismo Convenio que utilizan para congelar salarios deben acatar para el derecho a las vacaciones de los trabajadores y el asunto del doble cuadro de administrativos y técnicos no se anula por el número de empleados de cada oficina.
Del mismo modo, tal y como destaca la circular, la "falta de personal" no juega ningún papel. Si no lo hay que lo contraten.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Artículo de Agustín Moreno en Público

Sin permiso de (casi) nadie


 

AGUSTÍN MORENO

Soy afiliado de CCOO, hice la huelga del 29 de septiembre y me he manifestado en defensa de las pensiones. Como nadie me ha consultado sobre la firma del pacto de pensiones, decidida desde la dirección, pero sin debate con las bases ni en las estructuras, quiero expresar mi opinión. El contenido del acuerdo se centra en: aumentar la edad legal de jubilación a 67 años, necesitando 37 de cotización para alcanzar el 100% de la base reguladora, y en la exigencia de tres años y medio más de cotización (38,5) para poderse jubilar a los 65 años; y en ampliar los años de cómputo para el cálculo de la pensión de 15 a 25 años, lo que supone un recorte de hasta un punto menos por año (Zubiri), es decir, un 10%, aunque se beneficien algunos.
El contexto viene marcado por varios factores. Una crisis económica fruto de la especulación financiera del capitalismo de casino. Tras inyectar fondos públicos en el sistema financiero y algunas medidas neokeynesianas de reactivación, los neoliberales desataron un vendaval a favor del ajuste y contra los derechos sociales y laborales. En España se concreta en el decretazo que recortó el gasto público, la reforma laboral y ahora el acuerdo de pensiones. La percepción social es que la crisis la pagan los de siempre.
Ya desde 1994, el Banco Mundial planteaba que había que retrasar la edad de jubilación y recortar el nivel de prestaciones para, después, crear el pilar privado. En consecuencia, se puso en marcha una campaña machacona a través de los medios de persuasión masiva.
La huelga general del 29 de septiembre fue muy respetable; participaron millones de huelguistas y de manifestantes contra la reforma laboral y los recortes en pensiones. Que no se les haya pedido opinión puede explicar por qué tres de cada cuatro ciudadanos están en contra del acuerdo a pesar de la intensa propaganda a favor.
Por último, la estrategia sindical de intentar “limitar los daños” ha sido equivocada al ponerse a negociar con un Gobierno decidido a legislar a fecha fija con o sin acuerdo; con un planteamiento de auténtica fuga hacia adelante al incluir todo tipo de materias, pero excluyendo la derogación de la reforma laboral; y quemando las naves al no plantearse movilizaciones serias desde el 29-S, abocándose a firmar lo que hubiera en la mesa.
En cuanto a las consecuencias, obliga a seguir trabajando hasta una elevada edad, pero millones de trabajadores no llegarán activos a los 67 años (la tasa de ocupación de 60 a 64 años es sólo del 32%) por ser despedidos, por problemas de salud, etcétera, y se les aplicarán los coeficientes reductores (un 7,5% por cada año que se jubile antes). Subir el periodo de cotización a 38,5 años pone un listón inalcanzable para muchos trabajadores con carreras laborales inestables por el desempleo y la precariedad, que verán disminuida notablemente su pensión.
A medio plazo, el debilitamiento del sistema de reparto producirá una importante segmentación en la sociedad española: las pensiones públicas se aproximarán cada vez más a las asistenciales y pocas personas podrán acceder a los niveles máximos de pensión del sistema, invitándoseles a que suscriban planes privados.
Los sindicatos no debieron firmar. El grave compromiso asumido por CCOO y UGT les señalará como responsables del retroceso social durante mucho tiempo y con mayor fuerza que al Gobierno Zapatero, institución más efímera. La alarma social creada producirá una ruptura con amplios sectores laborales, de jóvenes y mujeres, que les culparán de sus problemas para alcanzar una pensión digna.
Esta quiebra de la confianza hará muy difícil recurrir a la necesaria movilización ante los ataques a los convenios, a los salarios, a la sanidad. La credibilidad no depende de los programas, sino de las formas democráticas de hacer.
Políticamente, el pacto no va a servir para que el PSOE salve los muebles en las elecciones dado el nivel de derechización e incumplimiento de su programa. Pero tampoco ayuda a las mesas de convergencia ciudadanas, si no extienden su Indignez-vous! a estos ataques al Estado social.
En conclusión, el acuerdo es injusto porque sólo se sacrifican los trabajadores y España tiene un gasto en pensiones inferior a la media europea. Innecesario con un superávit de 64.000 millones de euros y porque hasta 2030 no habría problemas en la Seguridad Social. Y equivocado porque sólo incide en el gasto, no se preocupa de los ingresos ni de una política económica orientada al empleo y al reparto del trabajo. ¿No es preferible que trabajen los jóvenes con 30 años que las personas de 66?
Entre las páginas de un libro he encontrado un panfleto de 1976 de CCOO de la construcción de Madrid, en el que se exigía la jubilación a los 60 años. Es evidente que vivimos un momento difícil. Se necesita un giro estratégico y una resistencia inteligente de recuperación de derechos. Ello pasa por mucha honestidad y coraje, un trabajo duro y más democracia participativa. La izquierda social y política tendrá que construir un pensamiento crítico y alternativas al neoliberalismo. De lo contrario, nada está asegurado y derechos que costaron cien años conseguir se pueden perder en unos meses.
Agustín Moreno es Profesor. Fue Secretario de Acción Sindical de Comisiones Obreras de 1978 a 1996.
Ilustración de José Luis Merino

martes, 8 de marzo de 2011

Día de la Mujer Trabajadora




Hoy 8 de marzo es el día de la Mujer Trabajadora y UGT-BS lo conmemora con nuevas propuestas de acercamiento hacia una igualdad efectiva y real, lejos de las ficticias políticas que sólo cubren el expediente de cara a la galería.

lunes, 7 de marzo de 2011

Nueva sentencia judicial contra la política de RRHH


De nuevo una sentencia de la Audiencia Nacional rectifica la política restrictiva con los derechos de los trabajadores, que lleva a cabo el departamento de Recursos Humanos del Santander.
En esta ocasión se reconoce el de disfrutar las vacaciones fuera del periodo acordado si se ha producido una situación de baja laboral por incapacitación temporal, aunque se haya terminado el año natural.